martes, 20 de septiembre de 2016

¿POR QUÉ LA ESCUELA Y LOS MEDIOS?

La relación entre la escuela y los medios siempre fue compleja. Desde el inicio las posturas condenatorias (que Umberto Eco llamó apocalípticas) y las idealizadoras (llamadas también integradas), eran las únicas posibilidades para pensar los vínculos de la escuela con los medios de comunicación. Mientras los apocalípticos hablaban exclusivamente de los efectos nocivos de los medios de comunicación, los integrados hablaban de la oportunidad que dan los medios para democratizar el acceso a la cultura. Ambas posiciones fueron superadas con el tiempo, quizás porque ninguna define la complejidad del vínculo con claridad y que ambas parten de la valoración hacia los medios (antes que de su conocimiento e investigación).
Niños y jóvenes -aunque ciertamente no son receptores pasivos- aprenden de los medios pautas culturales, formas de vida, comportamientos, acciones, maneras de relacionarse con los otros y modos de conocer el mundo. Los programas de televisión, las emisiones radiales, los filmes, los informes en los diarios, las páginas en Internet, construyen la identidad de grupos sociales, y dan visiones de hechos, que aunque se presentan como únicas y naturales, son sólo una entre las múltiples maneras de ver la realidad. Hay tantas visiones de la realidad como los medios que las construyen.
Esto hace que los alumnos ingresen a la escuela con un caudal de informaciones, saberes y aprendizajes, que aunque fragmentados y mosaicos, forman parte de su caudal cultural.
En la actualidad habitamos un “ecosistema comunicativo”[1] que desafía a la escuela: lo que le pide hoy el ciudadano a la escuela, es que lo capacite en la multiplicidad de saberes que recibe de los medios. Esto significa formar ciudadanos capaces de leer críticamente los diferentes lenguajes de los medios, y constituirse en sujetos reflexivos y autónomos capaces de desafiar los discursos que circulan cotidianamente en la sociedad.
Dejando de lado posturas apocalípticas e integradas, la propuesta es que los medios ingresen a la escuela como objeto de estudio.
El desafío para la escuela hoy es incorporar estas informaciones con la que niños y jóvenes llegan al aula, para transformarla en conocimiento, contextualizada y resignificada: transformar la información en conocimiento.
Enseñar a problematizar los significados, interrogar las certezas, fortalecer el capital cultural de los alumnos, reflexionar sobre las consecuencias de la mirada sobre los “otros” y “nosotros”, desafiar los  mensajes, son los ejes de una educación que toma a los medios como objeto de estudio.
¿Cómo incorporar los medios en el aula?
Los medios como objeto de estudio
Los medios de comunicación forman parte importante de nuestra vida diaria. ¿Cómo convertir en objeto de estudio un consumo que nos resulta “natural y familiar”?
El primer paso es partir del placer que nos produce mirar un filme, escuchar un programa de radio o leer una nota editorial en el periódico, para luego poder reflexionar sobre estas emociones que nos producen los mensajes. Esto significa explorar y analizar la manera en que los medios construyen sus significados, identificar los códigos y convenciones que utilizan para representar la realidad y preguntarnos por las intenciones del emisor que las produjo.
Se trata de ir más allá de la idea de “transparencia” que nos proponen los medios (ya que los medios no son neutros) y desafiar los significados y sentidos que asignan a los hechos. Preguntarnos sobre el qué se dice en el mensaje y qué no se dice, quién lo transmite, de qué manera, con qué objetivos e intenciones y a partir de qué recursos, permite analizar críticamente el funcionamiento de los medios masivos de comunicación.
La especialista norteamericana SusanSontag, señala tres ejes para trabajar con las imágenes de los medios. Primero el eje del conocimiento: entender por qué sucedieron y suceden los hechos, asignar responsabilidades, poner los acontecimientos en contexto. El segundo eje es el de la emoción, asumir el plano humano de ese “otro” que está representado y hacerlo propio, para llegar al tercer eje, que adquiere un rol fundamental, poner en marcha “la acción”: pensar en el hacer, desde el lugar que cada uno ocupa.
Estos son ejes claves para pensar el trabajo pedagógico con relación a los medios.

¿Cómo enseñar los medios en el aula?
Las áreas que proponemos a continuación son herramientas útiles para orientar el trabajo de los docentes con los alumnos, con el fin de conocer los medios de comunicación.
Cada una de estas áreas está relacionada con la siguiente.
No podríamos, por ejemplo, analizar cómo utiliza el lenguaje un noticiero, una telenovela o un informativo radial, si previamente no conocemos al medio de comunicación que lo produce y si no estudiamos además a quién va dirigido. Por eso, estas áreas no pueden enseñarse aisladamente ni pensarse como una secuencia jerárquica de conceptos o temas. Todos son igualmente importantes para entender el funcionamiento de los medios.
Estamos convencidos de que aprender a analizar los medios nos ayuda a conocerlos mejor y a pensar en lo que quisiéramos de cada uno de ellos, como audiencias. Por eso, las últimas páginas de este libro presentan una encuesta para conocer lo que los chicos y jóvenes argentinos quisieran ver, leer y escuchar en los medios de comunicación. De esta manera, la radio, el diario, el cine y la televisión podrán conocer las inquietudes y propuestas de los alumnos de todo el país, y quizás puedan incorporarlas a sus páginas, emisoras o pantallas.
En suma, estamos seguros de que estas orientaciones serán el punto de partida para nuevas propuestas que surgirán en el aula a fin de continuar la indagación, el debate y la reflexión en torno a los medios de comunicación.

¿Qué es un medio de comunicación?
La comunicación es una de las acciones fundamentales del hombre. Sin embargo, es importante diferenciar la comunicación interpersonal y la que podemos establecer con los medios de comunicación. El diario, la radio, la televisión, el cine o la fotografía permiten acceder a información lejana en el tiempo y en el espacio. Los medios de comunicación son un soporte técnico que permiten ampliar nuestros conocimientos del mundo, más allá del lugar que habitamos.
Aunque la comunicación a través de los medios nunca es cara a cara, llega a millones de receptores a la vez.
¿Qué es un medio de comunicación? Debatan: ¿Qué diferencias existen entre las definiciones que plantearon? ¿Son todas iguales? ¿Cuáles son las características esenciales de los medios que se desprenden de las definiciones que ustedes dieron?
 A continuación presentamos un listado con mensajes muy distintos. Señalen cuáles son mensajes mediáticos y cuáles no.
Una noticia sobre el presidente en el noticiero
 El “ranking” de canciones de moda en la radio
Una señal de tránsito
Una charla de dos jóvenes en un bar
Una foto en la primera plana
Una carta de un amigo que vive en otra provincia
Una propaganda televisiva sobre un detergente
Una fotografía de un modelo usando una determinada marca de pantalones
El editorial de un diario sobre un tema que preocupa a nuestra ciudad
 El afiche que anuncia un concierto en la biblioteca del barrio
La indicación de salida en un hospital
 El “jingle” de una campaña ecológica en la radio
Una remera que promociona una ciudad turística
Una página web sobre animales domésticos
 Una lista de compras que la mamá dejó a su hija
Una carta de lectores en el diario
La presentación de una obra de teatro en una escuela
Los dibujos y fotografías de galletitas en la caja que las contiene
El aro en la oreja de un adolescente
·         Analicen, en cada caso, cuál es el objetivo del mensaje informar, entretener, persuadir, etc.) y argumenten por qué los clasificaron de esa manera.
·         Escriban alguna idea o información que ustedes quisieran comunicarle a otros chicos de la escuela. ¿Cuál sería la mejor manera de comunicarla? ¿Por qué?



[1]Barbero, Jesús Martín: “Retos culturales de la comunicación a la educación”, en “Comunicación, medios y educación”, MORDUCHOWICZ ROXANA comp. (2003)

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